El violento grupo de robo de madera en que implican a imputado por ley de armas

Una serie de antecedentes que dejan en claro un actuar semejante al de cualquier grupo violentista figuran en la presentada por la Forestal Arauco en contra de Carlos Mauricio Cigarroa Arriagada, que anteayer quedó en libertad, pese a sus antecedentes penales previos, a haber sido detenido en Curanilahue portando un arma prohibida y municiones, y a aparecer sindicado por Carabineros como miembro de un grupo que vende en la Provincia de Arauco automóviles sustraídos en Santiago por medios de encerronas y portonazos.

De hecho, quizá lo más relevante de los antecedentes presentados por el abogado Renato Fuentealba ante el Juzgado de Garantía de Cañete es que en varios de los hechos que describe hubo ataques a disparos en contra de Carabineros, efectuados por encapuchados, con el fin de evitar que estos pudieran actuar en contra de los delincuentes.

De hecho, estos también amenazaron con disparar contra un helicóptero de la empresa afectada, lo que deja en claro un modus operandi que se ha constatado en otras partes de Arauco y en otras provincias del sur del país, en el cual bandas organizadas ejercen un verdadero control territorial en bosques en fase de explotación, atacando a cualquiera que se les acerque, como ya se había denunciado ante la Cámara de Diputados.

La querella donde figuran todos estos datos fue presentada el año pasado en el tribunal cañetino.

Los detalles

Acompañado de abundantes fotografías, el libelo, que acusa fundamentalmente delitos de robo calificado y receptación y que se dirige específicamente en contra de Cigarroa, relata que el 7 de septiembre del año pasado personal de resguardo patrimonial de Arauco, que efectuaba un sobrevuelo por el predio Chacay, ubicado en la comuna de Cañete, detectó al menos seis camiones, tres camionetas y una excavadora equipada con logloader (un cargador de rollizos) efectuando faenas industriales de extracción de madera en el predio, ante lo cual se efectuó la respectiva denuncia ante la Tercera Comisaría de Cañete.

Debido a ello, personal de esa unidad, junto a efectivos de Control de Orden Público de Los Alamos concurrieron al lugar, pero “la comitiva policial fue atacada por desconocidos mediante la utilización de armas de fuego”, junto con lo cual los accesos al predio fueron bloqueados con troncos recién cortados. Debido a ello, señala el escrito, la policía se replegó del sector.

Al día siguiente se volvió a detectar la faena ilegal, pero esta vez fue claramente fotografiada una camioneta F-150 blanca, año 2013, que está a nombre de Cigarroa (vehículo que posee un embargo vigente desde 2015).

De nuevo se llamó a Carabineros, pero esta vez la policía uniformada decidió no concurrir al lugar, lo que volvió a pasar dos días más tarde, el 10 de septiembre, cuando se detectaron más maquinarias en el lugar y de nuevo se observó a F-150. En dicha oportunidad, al menos ocho sujetos, al ver el helicóptero que sobrevolaba, procedieron nuevamente a bloquear los caminos de acceso, apuntando además con armas de fuego hacia la aeronave. Otro hecho que sucedió es al mismo tiempo, los agresores “procedieron a ocultar el vehículo de propiedad del querellado Cigarroa”, tratando de taparlo con ramas de pino”, como se observa en una de las imágenes.

El aserradero y el camión desaparecido

Pocos días después, el 13, a las 15 horas, el personal de Arauco constató que desde el interior del predio salía un camión marca Freightleiner, sin patente y rebosante de pino recién cortado, el cual siguieron por distintos caminos, hasta constatar que ingresó al aserradero “Foraction”, ubicado en el Curanilahue.Según la querella, Carabineros nuevamente se excusó de asistir, argumentando no tener personal suficiente.

A inicios de octubre recién pasado se presentó una ampliación de esta querella, en la cual se insiste que se trata de un grupo de sujetos que actúan de manera organizada y premeditada, los cuales nuevamente fueron descubiertos talando árboles en el mismo predio, el 27, 28 y 29 de julio, así como el 18 de agosto.

En la primera ocasión se constató no solo la faena, sino la existencia de dos puntos de acopio. Como es de rigor, se denunció a la policía uniformada y esta organizó un operativo junto al personal COP, pero les fue imposible llegar, debido a un corte en el kilómetro 3 de la Ruta P-562, cerca de Cayucupil. Al día siguiente sucedió lo mismo. Luego de la denuncia, Carabineros de Cañete y de COP acudieron al lugar, pero además de que estaba bloqueado el acceso, se escucharon una serie de disparos, por lo cual, por motivos de seguridad (señala el escrito) se puso fin al procedimiento.

El 29 el personal el guión se repitió, aunque esta vez el corte del camino estaba incluso antes, en el kilómetro 4 de la misma arteria.

La parte final de estos hechos ocurrió el 18 de agosto, a las 23.50 horas, cuando se detectó un camión Mack de color blanco, que salía con madera desde Chacay, el que fue seguido desde el aire y denunciado a la policía uniformada.

Esta lo encontró más tarde estacionado en una bomba de bencina, pues su conductor se bajó de él y se fue del lugar en una camioneta gris. Por ende, Carabineros incautó el vehículo, ante la instrucción recibida del fiscal de turno, dejándolo allí mismo, mientras se lo trasladaba hacia otro lugar. Sin embargo, eso demoró y el 20 de agosto, cuando llegaba el personal policial que debía cuidar el vehículo y la carga, constató que este había desaparecido, sin que hasta la fecha haya sido ubicado.

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