Mientras en el norte y en Santiago el crimen organizado local ha ido mezclándose cada vez más con grupos e individuos originarios de otros países, como ha sucedido con el “Tren de Aragua” o el cartel de Sinaloa, en el Gran Concepción la evolución ha sido distinta y una evidencia de ello es el juicio que se reliza en Concepción, en contra de la banda de narcotraficantes encabezada por Yohanny Albornoz González, desbaratada en 2020, cuando la PDI detuvo al líder y sus secuaces con más de 800 kilos de pasta base de cocaína, ocasión en la cual también fue arrestado Emilio Berkhoff Jerez, “weichafe” del grupo radical Weichán Auka Mapu (WAM).
En esta causa se cruzan, entonces, la “aristocracia” del narcotráfico penquista y la de las organizaciones violentistas de Arauco. En efecto, la madre de Albornoz, Irma González Durán, es hermana de Reinedio González Durán, el mítico “Martillo”, el principal padrino narco de la población Emergencia de Hualpén.
Además, Romina Moscoso, la pareja de Albornoz, es hija de “El Lilo”, José Moscoso, miembro a su vez de uno de “Los Magnates”, otra de las bandas predominantes en ese sector, que al estilo de los mafiosos de la serie “Los Soprano” se reunía en el restorán “Tío Saymon” propiedad de “El Lilo” y “El Lalo”, Rubén Navarrete.
Yohanny Albornoz fue condenado en 2010 a cinco años y un día por lavado de activos y a la misma pena por narcotráfico, pero solo pasó seis años preso, pues su conducta fue calificada como “sobresaliente” por Gendarmería de Concepción y obtuvo la libertad vigilada en 2016. Ahora bien, es necesario saber que parte importante de su tiempo la pasa en la Provincia de Arauco, pues su familia materna es de Los Alamos y él mismo posee varias propiedades en esa comuna. Varios de sus asociados son de esa zona también y fueron justamente dos de sus socios de correría quienes conocieron en la cárcel de Lebu a Emilio Berkhoff, quien pese a ser originario de Valdivia, llevaba varios años viviendo en el sector de Puerto Choque (Tirúa), donde llegó inicialmente como militante de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), aunque luego de una serie de desavenencias con el líder de esta, Héctor Llaitul, quien vive en el mismo sector, terminó por integrarse a la WAM.