El New York Times denuncia pesca clandestina china en América Latina

Última actualización el 20 de octubre de 2022

Macarena Cepeda, Presidenta de la Asociación de Industriales Pesqueros (Asipes), señaló en Concepción que el Estado debe vigilar y, en definitiva, mantener a raya a la esta flota, que puede causar enormes daños en la biomasa.

Como una muestra del poderío económico de China calificó un reportaje del New York Times (NTY) las actividades de pesca masiva realizadas por navíos chinos (muchos de ellos, de propiedad estatal) en todo el mundo, pero especialmente en las costas de América Latina, fuera (o en el borde) de las 200 millas marinas exclusivas.

Como lo evidencia un mapa confeccionado por el NYT, con datos que comprenden los movimientos de la flota de 300 pesqueros chinos que se movieron en el continente entre junio de 2021 y mayo de 2022, el principal objetivo de estos navíos son los mares ubicados en las afueras de Ecuador (particularmente, en las Islas Galápagos), así como los de Perú, Chile y Argentina.

De hecho, como se aprecia en el mapa, que se puede ver al final de este artículo, es justamente a la altura de Bío Bío donde los chinos, como ya se ha denunciado varias veces antes, comienzan a internarse en aguas exclusivas chilenas.

El periódico norteamericano aseguró que los chinos están operando desde 2016 “en las costas de Sudamérica casi todos los días, todo el año”, generando daños “en la sustentabilidad comercial del atún, el calamar y otras especies”.

Según detalla la investigación, China puede pescar volúmenes enormes, debido al gran volumen de sus buques, como el Hai Feng 718, que pese a estar registrado en Panamá, es manejado por una empresa de Pekín llamada Zhingyu Global Seafood la cual, a su vez, es propiedad de China National Fisheries Corp, que es una statal. El Hai Feng es una nave nodriza de 143 metros de eslora y 9 mil toneladas que, además de contar con enormes bodegas, también lleva combustible y comida para las tripulaciones de otros buques más pequeños, que depositan en él su pesca y se reabastecen, para seguir pescando.

De hecho, asegura el periódico, citando datos de Global Fishing Watch, “a partir de junio de 2021 el Hai Feng 718 se reunió con al menos 70 barcos pesqueros más pequeños con bandera china en varios lugares del mar”

La afectación

Según el NYT, una de las especies que está siendo depredada por los chinos es el calamar, cuya pesca anual aumentó de cinco mil a 278 mil toneladas entre 1990 y 2019.

Desde Oceana, la ONG que en 2020 denunció la actuación de la flota china en las Galápagos (que es un santuario marino), la Dra. Marla Valentine, Directora de Transparencia y la campaña en contra de la pesca ilegal, señala que “cada vez es más claro que los interesares comerciales pesquero chinos tienen mayor alcance e implicaciones masivas para las pesquerías marinas globales. La actividad de China en las costas de Sudamérica es solo un ejemplo de cómo las flotas no reguladas que actúan a larga distancia pueden sacar grandes cantidades de recursos marinos en un tiempo relativamente breve. Aunque esta pesca quizá no sea ilegal, hay una línea muy fina entre lo que es legal y lo que responsable y sustentable”.

Valentine asegura que la flota china se compone de 17 mil barcos en todo el mundo y que se han llegado a detectar 400 de ellos en las afueras de Argentina, asegurando que se van moviendo, buscando calamares. “De enero a abril se concentran a lo largo de la costa de Argentina y Uruguay. De mayo a septiembre, los navíos chinos se concentran mayormente alrededor de las aguas de Ecuador, Perú y Chile”, donde son muy activos también en la pesca de la merluza, lo mismo que en Argentina.

La visión de la industria local

Por su parte, Macarena Cepeda, Presidenta de la Asociación de Industriales Pesqueros (Asipes) del Bío Bío, señaló a este respecto que «el país ha logrado supervigilar el tránsito de flotas extranjeras gracias a un importante despliegue, que ante esta nueva alerta se requiere mantener y profundizar. Es importante que el Estado, al igual que años anteriores, vigile y fiscalice el tránsito de la flota china frente a las costas chilenas para protección de nuestros recursos pesqueros que, como el jurel, han logrado su recuperación a partir del ordenamiento internacional y el respeto a las cuotas asignadas».
Del mismo modo, precisó que «este fenómeno es una preocupación permanente de todos los países ribereños, que cumplimos responsablemente con las cuotas asignadas. Por eso, nos inquieta el daño que puede provocar una flota extranjera de gran tamaño y sin cuota asignada, por la sobrepesca que podría generar«.

Fotografía: The New York Times

 

Publicado en Actualidad País