Sebastián Salinas Chandía, profesional que (entre otros internos) dice representar a Emilio Berkhoff, fue sancionado con la prohibición de ingreso al Centro de Cumplimiento Penitenciario de Concepción durante dos años, luego de que fuera acusado por Gendarmería por haber intentado ingresar al recinto con un teléfono celular.
En un recurso de amparo que el abogado interpuso ayer ante la Corte de Apelaciones, y en el cual dice recurrir a favor de 11 internos de ese presidio (incluyendo a Berkhoff), asevera que desde hace tres años es defensor particular, atendiendo principalmente a imputados o condenados privados de libertad.
En dicho contexto, según su relato, el 27 de octubre pasado fue entrevistar internos a la unidad penal, cuando (señala) “extralimitándome en mis funciones como defensor privado” le fue encontrado un celular en la revisión previa. Según señala, él asumió “su error” ante tres oficiales de Gendarmería “aceptando mi responsabilidad” y “ofreciendo las disculpas correspondientes”.
Sin embargo, a continuación el escrito deja entrever que, en realidad, sí tenía la intención de ingresar con el equipo, pues, como indica él mismo, “lamentablemente sea moral o inmoral, contrario a la ética o no, en situaciones denunciadas por este letrado en la cual (SIC) se ha agredido salvajemente a internos por parte de funcionarios de Gendarmería, la única forma de acreditar dichas agresiones o transgresión ha sido utilizando este método, o bien para acreditar el riesgo a la vida eminente (SIC) de internos, por falta del deber de Garante de Gendarmería”.
En otras palabras, según el sancionado, el fuerte castigo que le impusieron obedecería a la labor que ha cumplido fotografiando y denunciando lesiones sufridas por internos en la cárcel, lo que ilustra con una serie de fotografías muy fuertes, que dice haber obtenido bajo esa vía.
Las primeras dos muestran las espaldas desnudas y fuertemente marcadas con lo que parecieran ser golpes de lumas o algo parecido. Otras retratan la espalda de otro reo con un corte en su espalda, cosido en forma bastante precaria, junto a la imagen de otro interno, que evidencia dos cicatrices antiguas en el tórax. Dos imágenes más, muy fuertes, muestran un pie con un orificio que pareciera estar infectado.
Según señala, “en caso de no haber recurrido método poco ortodoxo (ingresar con mi celular)” se habrían rechazado varios amparos impuestos por él, pues aseguró que “en cada uno de los casos Gendarmería desconocía en las audiencias la existencia de las lesiones, e incluso cuestionaba la veracidad de las denuncias formuladas por este defensor y solo en virtud de la obtención de dichos medios probatorios (fotografías captadas por el celular de este profesional), permitieron acreditar lo denunciando contra Gendarmería de Chile”.
Según Salinas, la decisión de la institución le impide entrevistarse con sus representados y, de ese modo, asistirlos legalmente, por lo que señala que en la disposición existe una infracción al derecho a la juridicidad, al principio de legalidad y a la posibilidad de sus defendidos de recuperar su libertad, entre otras argumentaciones.
Sus colegas
Además, Salinas alega en su recurso que el alcaide no solo emitió la respectiva instrucción de no ingreso, sino que además en ella estampó una imagen de su rostro extraída desde su cédula de identidad, a diferencia de lo que ha pasado con otros casos semejantes, donde no se publica el rostro del letrado infractor.
Además, relata dos casos semejantes (es decir, abogado sorprendidos ingresando teléfonos a la cárcel), en los cuales, sin embargo, la sanción ha sido solo de tres meses. En uno de esos casos, que ocurrió el año pasado, fue sorprendido el abogado Mauricio Vera Jeldres, quien el fin de semana pasado fue detenido intentando ingresar al penal de Arauco con10.9 gramos de cocaína.
El abogado fue formalizado ante el Juzgado de Garantía de esa comuna, acusado de tráfico de drogas en pequeñas cantidades, tras lo cual quedo con arresto nocturno, el que debe cumplir en su domicilio de Talcahuano, entre otras medidas cautelares.
Intento de sanción anterior
Cabe mencionar que a inicios de año Salinas ya había sido objeto de una sanción semejante (de tres meses), luego de que Gendarmería encontrara un teléfono celular en poder de uno de los imputados que Salinas había visitado previamente. Según el informe de Gendarmería, el teléfono lo habría entregado Salinas al interno, quien habría pagado 500 mil pesos por él. Sin embargo, el reo posteriormente dijo haber sido obligado a firmar dicha declaración.
Ante ello, Salinas interpuso un primer recurso de amparo, a nombre de varios imputados. Pese a que la corte lo desechó en ese aspecto, pero determinó que la reglamentación de Gendarmería no entrega a esta “competencia a los abogados que ejercen defensa penal”, por lo cual calificó la decisión de arbitraria e ilegal, ordenando que quedara sin efecto.
Fotografía: Google Street View
