Fiscalía pide 30 años más para Víctor Llanquileo

En poco más de dos semanas, el 20 de octubre, comenzará ante el Tribunal Oral en lo Penal de Cañete un nuevo juicio en contra de Víctor Llanquileo Pilquimán, quien actualmente se encuentra condenado por varios delitos cometidos durante un asalto en contra de una caja de compensación de la comuna de Galvarino, hecho ocurrido el 24 de abril de 2018 y por el cual Llanquileo recibió 16 años, como autor de robo con violencia, y cinco más por porte ilegal de arma de fuego prohibida y porte ilegal de municiones.

En julio de este año Llanquileo inició una huelga de hambre en medio de la cual dejó de ingerir líquidos también, exigiendo su traslado desde la Cárcel de Arauco hasta el Centro de Educación y Trabajo (CET) de Cañete, pues según él existía un compromiso de parte del entonces Director de Gendarmería en dicho sentido, pero según el condenado ello se desconoció.

El 28 de agosto pasado un grupo de entre 15 a 20 encapuchados atacó las instalaciones del tradicional molino Grollmus, en las afueras de Contulmo, quemando dicho recinto y otras instalaciones, así como vehículos, pero además agrediendo a disparos las personas que se encontraban en dicho lugar. En ese contexto, el dueño del lugar, Carlos Grollmus, de 82 años, recibió un disparo de fusil en una de sus piernas, el cual fue percutado a quemarropa, motivo por el cual debió ser amputado. Pocas horas después, el grupo radical Resistencia Mapuche Lafkenche (RML) emitió un comunicado público, en el cual se adjudicaban los hechos, calificándolos de “sabotaje” y exigiendo el traslado de Víctor Llanquileo al CET, así como el traslado de otros dos presos, Yerko Mail y Esteban Carrera, a la cárcel de Lebu.

La madrugada del 4 de septiembre, en tanto, jornada en la cual se efectuaría el plebiscito de salida relativo a la propuesta de la Convención Constituyente, varias explosiones afectaron a torres de alta tensión en Hualqui, en las cuales apareció una pancarta en la cual un organismo desconocido (“Resistencia Urbana Autónoma”) se adjudicaba el ataque y pedía la libertad de Víctor Llanquileo, además de los presos mapuches anarquistas, “subversivos” y “de la revuelta”.

Finalmente, el 9 de septiembre Llanquileo fue trasladado hacia el CET, pero el 18 de septiembre Gendarmería lo denunció por amenazas, aseverando que estas se produjeron cuando el reo, junto a otros más, fue visto en estado de ebriedad dentro del recinto carcelario de régimen semiabierto.

Según informó Radio Bío Bío, cuando se fiscalizaron sus pertenencias encontraron abundante alcohol (incluyendo un bidón de cinco litros de pipeño y dos litros de vino blanco, entre otros brebajes) y más tarde, cuando se le comunicó que la visita que tenía ese día debía retirarse, Llanquileo habría amenazado a un sargento, diciéndole “yo soy el jefe de todo esto, te voy a quemar tu casa y te voy a matar”, lo que fue denunciado al Ministerio Público. Debido a estos hechos, Llanquileo fue devuelto al penal de Arauco, mientras que Oscar Pilquimán, quien también fue encontrado en estado de ebriedad, fue enviado a la cárcel de Lebu.

La nueva causa

Además de la investigación que se generó como consecuencia de las presuntas amenazas contra el gendame, Llanquileo volverá a enfrentar a la justicia, esta vez acusado de incendio y robo con violencia. Por cada uno de los hechos acusados la Fiscalía está pidiendo que se le imponga una pena de 15 años, por lo cual, si llegara a ser declarado culpable, sumaría otros 30 años de presidio.

Según el auto de apertura (documento judicial en que consta la acusación, los testigos, peritos y pruebas que se presentarán en este), el 27 de marzo de 2015, a eso de las 12.30 de la noche, la víctima, E.M.A.C., descendió de un bus cerca de su casa, en el sector de San Ramón-Choque, en la comuna de Tirúa, momento en el cual Llanquileo y otro individuo la habrían interceptado, diciéndole “así que andái en la fiscalía”, lanzándola al suelo y golpeándola en la cara.

La acusación indica que, en el intertanto, la pareja de la víctima salió a auxiliarla, pero fue víctima de un disparo de escopeta, recibiendo perdigones en el abdomen. “Segundos después —se lee en el documento— a lo menos seis personas vestidas con tenida militar lo toman y lo lanzan al suelo y le amarran también las manos, inmovilizándolo”.

Estando así, vio que otros sujetos, uno de los cuales aseguró que era Llanquileo, llevaban a la rastra a su conviviente hasta el lado de él. Luego los obligaron a caminar hasta la casa de ambos, amarradas, con el fin de que pudieran ver el momento en que los atacantes quemaban su casa.

Tras ello, sustrajeron algunos teléfonos celulares, así como la camioneta de las víctimas, y huyeron del lugar.

Llanquileo, por su parte, asegura que él no participó de los hechos. En un comunicado público, aseguró que la mujer que lo sindica como su agresor “es acusada por los lov en resistencia como yanakona (traidora), a ella se le sindica de haber acusado a mapuche inocentes que estuvieron en prisión y pagaron costos muy altos por el caso del fiscal Elgueta, en octubre de 2008”. Según el acusado, el no estaba ni cerca del lugar de los hechos, aseverando que “yo siempre estuve ubicable, siempre estuve trabajando con el sistema de turnos en distintas faenas industriales en el norte de Chile como soldador calificado TIG y jamás se me citó para ver si tuve participación en ese hecho”.

Cabe mencionar que el atentado contra una caravana policial en medio de la cual viajaba el fiscal Mario Elgueta, ocurrido en octubre de 2008 en el mismo sector (Choque) culminó con condenas para varios de los implicados, entre ellos Héctor Llaitul (actualmente en prisión preventiva, acusado de otros hechos) y Ramón Llanquileo Pilquimán, hermano de Víctor Pilquimán.

Ambos son, a su vez, hermanos de la abogada y exconvencional constituyente Natividad Llanquileo.

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