Es tiempo de bloquear la señal de celulares en la cárcel

El crimen organizado puede ser dirigido desde las cárceles cuando los capos tienen contacto con el mundo exterior a través de medios de comunicación que van desde computadores a celulares y otros más convencionales, como los mensajeros de carne y hueso.

De hecho, como plantea Insightcrime, «los sistemas penitenciarios de Latinoamérica y el Caribe se han convertido en una de las principales incubadoras de crimen organizado.»

Pese a ello, existen múltiples forma de controlar la operación de las bandas.  Desde hace un tiempo y en una medida inteligente y oportuna se han desarrolado allanamientos a los centros de reclusión locales, para decomisar elementos prohibidos, entre los cuales se cuentan los celulares. Eso va en el camino correcto, pero no es suficiente, porque la constante es intentar una y otra vez las conductas prohibidas.

Si de bloquear las comunicaciones se trata, existe la tecnología para evitar las llamadas por celular al exterior. En Estados Unidos el debate se dio hace ya varios años y se aplica con buenas y malas experiencias. Igual cosa ocurre en El Salvador, también en México, con más o menos éxito, y también con problemas en Costa Rica.

Conclusión: no es un problema privativo de Chile (hay que decirlo, por esa tendencia de creernos exclusivos y diferentes, en temas de seguridad pública).

En el ámbito local el sitio web del Congreso, tiene un artículo sobre el tema y las distintas visiones comparadas, pero hasta ahora no existe la implementación del sistema en Chile. Sólo un proyecto de ley presentado en junio de este año.

Sin embargo, la tecnología de bloqueo existe e incluso se comercializa para usos particulares, en sitios como Mercadolibre, Aliexpress y Amazon. Ha ocurrido igual que otras tecnologías de uso militar, que se han masificado hacia la población. Pruebe a buscar en Google y verá la inmensa oferta de aparatos. El tema es tan cotidiano, que en internet existen tutoriales para construir bloqueadores de señal en casa.

Por supuesto, estoy de acuerdo con que para bloquear una señal se necesitan facultades legales. Y en lo comparado, los controles a la entrada de los penales, sigue siendo el sistema más confiable, como ocurre en Israel, por ejemplo, pero hay al menos dos problemas, que afectan derechos de terceros:

-Si bloqueas la señal de celular, queda arriba la de internet y bastaría con que los vecinos de la cárcel, compartan la suya para llamadas inalámbricas via wifi, aunque estas también se pueden bloquear.

-Los vecinos pueden verse afectados por el bloqueo de señal, lo que confirma que las cárceles deben ser construidas en lugares apartados a las ciudades.

Además, los custodios también deben tener una conducta acorde con la necesidad de impedir las comunicaciones, manteniendo el sistema de bloqueo sin interrupciones y absteniéndose de comercializar aparatos de comunicación. Lo mismo vale para los abogados, sobre todo teniendo en cuenta que todo elemento prohibido es comerciable.

Y dejo una pregunta abierta: ¿debiera ser delito proporcionar un celular u otro aparato de comunicación a un privado de libertad en la cárcel?

Sobre el autor: Waldo Ortega Jarpa es abogado penalista y Dr. en Derecho, además de profesor de la Universidad Andrés Bello. Esta columna fue originalmente publicada en su blog Derecho en Movimiento, que se puede visitar aquí.

Publicado en Actualidad Gran Concepción