Concepción y el Plebiscito de 1988 bajo los ojos de EEUU

Última actualización el 20 de octubre de 2022

Cuando se cumplen 34 años del Plebiscito del «Sí» y el «No» revelamos un documento confidencial de la Embajada estadounidense en Chile, que da cuenta de la situación previa en Concepción, a través de los ojos de personas como Alejandro Goic, José Miguel Ortiz, Guillermo Fernández, Marta Wörner, Pedro Larrain, Jan Stenge y Daniel Contesse, entre otros.

A inicios de septiembre de 1988 el entonces Embajador de Estados Unidos en Chile, Harry Barnes, enviaba un documento de 13 páginas rotulado como “Confidencial” a Washington. En él, relataba que oficiales políticos de la legación habían visitado Concepción entre el 18 y 19 de agosto, con el fin de medir el pulso local ante el plebiscito del “Sí” y el “No” que se efectuaría el 5 de octubre.

En la introducción, Barnes decía que la campaña del “No” estaba bien organizada y contaba con liderazgos dinámicos y bien motivados. Por cierto, al embajador no le interesaba la ciudad por algún afán romántico, sino por un motivo más pragmático: como él mismo decía, Concepción había sido históricamente un líder en lo relativo a tendencias nacionales.

Además, señalaba que era la zona con más votantes inscritos, pese a “intentos evidentes por intimidar a los votantes de parte del municipio local y de otras autoridades del gobierno”.

Los oficiales políticos (“poloff”, en la jerga diplomática de EEUU) se entrevistaron con varios personajes de la escena penquista de aquel entonces. El primero de ellos fue el obispo auxiliar Alejandro Goic, a quien describían como “un activista joven y apasionado”, que en los hechos estaba a cargo del arzobispado, dada la enfermedad que afectaba a su titular, José Manuel Santos.

Goic y Fernández

El obispo explicó a los Ppoloff que desde hacía varios años ya que Santos estaba en una confrontación abierta con las autoridades locales, debido a las violaciones a los Derechos Humanos, lo que había llegado al punto de que cuatro años antes el líder eclesiástico había suspendido el Te Deum del 18 de septiembre, “porque en  buena conciencia no podía invitar al Intendente y al Gobernador”. Goic dijo a los estadounidenses que si bien él pensaba que la opción “No” ganaría en Concepción, el resultado sería más bien estrecho, aseverando que “la gente tiene miedo, miedo de perder sus trabajos, los servicios estatales, miedo por la seguridad de sus familias”. Además, explicó que el gobierno estaba favoreciendo abiertamente a varios pastores evangélicos, en oposición a la Iglesia Católica.

Como el alcalde Claudio Arteaga estaba ausente, los oficiales norteamericanos se entrevistaron con su jefe de gabinete, el abogado Guillermo Fernández, a quien describieron como “un joven treinteañero cordial, pero seco” y reseñaban que este se encontraba orgulloso del desarrollo económico de la zona, a la vez que “temía las intenciones marxistas de regresar atrás el reloj hacia los malos y viejos días de Allende”. Asimismo, quedaron con lo impresión de que era un “muy efectivo apologista de las políticas de Pinochet”.

Ortiz y Wörner

Con quien también conversaron mucho, durante un almuerzo, fue con el Demócrata Cristiano (y que en 1990 se convertiría en diputado) José Miguel Ortiz, quien les dijo que la DC era el eje del núcleo que formaban junto al Partido Socialista-Almeyda y al Partido Radical, aunque agregó que tenía mucho respeto por los socialistas y que estos estaban contribuyendo mucho al esfuerzo en pos del “No”. Del mismo modo, expresó su preocupación por el Partido Humanista, “cuya organización es pequeña y él sospecha que ha sido infiltrada por los comunistas”, precisa el documento.

Otra militante de la DC que habló con los diplomáticos fue la abogada Marta Wörner (quien más tarde sería Subsecretaria de Justicia), de quien decían que “es una organizadora impresionante, que trabaja estrechamente con la iglesia”. Se detallaba que ella dirigía un grupo voluntarios que iba a zonas rurales a fin de educar a los votantes y, en función de lo anterior, les señaló que “su mayor problema es superar el miedo y convencer a los pocos sofisticados votantes rurales de que el voto será secreto”.

La derecha

Por la derecha, se reunieron a tomar unos tragos (así dice el informe) con dos vicepresidentes y el tesorero del Partido Nacional, a quienes no se identifica con sus nombres. Del mismo modo, tampoco se indica la identidad de quien solo identifican como el “Presidente Provincial” de Renovación Nacional, “un capitán naval en retiro”, con quien tomaron desayuno, pero sí se indica que dos empresarios locales de derecha, que no eran miembros del partido (Jan Stengel y Daniel Contesse) se unieron a la mesa, argumentando que Estados Unidos no entendía la realidad chilena. Según el reporte, Contesse era un admirador de EEUU, pero se “apenaba” ante su ingenuidad, mientras que de Stengel se indicaba que era menos admirador del país de los Poloff, “pero igual de vehemente acerca del error de nuestras formas de entremeternos”.

Concluían señalando que la conversación fue “una demostración tangible de la profundidad del sentimiento con el cual la derecha chilena se siente traicionada por una nación de la cual ellos esperan apoyo incuestionable porque son anticomunistas”.

Los gremios y los sindicatos

Los Poloff también conversaron con el líder sindical Roberto Arredondo, quien a su vez los invitó a hablar con diversos trabajadores. Un dirigente sindical de Correos les dijo que estaban siendo presionado con el despido, en caso de que votaran que “Sí”, mientras que el presidente del Colegio de Profesores (a quien tampoco identifican) aseveró que varios profesores habían sido forzados a asistir a las manifestaciones del “Sí” y, si no iban, luego se les pedían explicaciones.

También se reunieron con Pedro Larrain, Presidente de la Cámara de Comercio (a quien se sumó Stengel), al cual definieron como un hombre razonable, quien debatió con el segundo acerca del peligro de asociar al sector privado con el gobierno. Ambos, además, describieron el boom económico que se vivía en la zona, debido a la industria forestal y pesquera, explicando que esperaban un alza en los salarios.

La misión innformativa de los oficiales políticos de EEUU en Concepción culminó con estos entrevistándose con dirigentes de la Comisión de Derechos Humanos, los que aseveraron que las violaciones de los DDHH habían disminuido en los últimos meses, “pero que la mano represiva del gobierno estaba siempre presente”.

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